Recuerda que el currículum es el primer paso de reconocimiento, es tu única carta de referencia ante alguien que te vaya a contratar. Antes de conocerte a ti, conocen el papel que te representa, y lo importante es que ese papel te consiga una cita.
Entiende el contexto de la entrevista
Tú eres el producto a venderse, y el entrevistador es el comprador. Entiende el por qué de esa entrevista, y cómo lograr ser superior que el resto de hojas de vida en ese escritorio. Si fuiste llamado, uno de tus atributos resaltó, averigua cuál fue y explótalo.
Personaliza tu presentación
Cada trabajo es diferente, no envíes el mismo curriculum a cualquier empresa, elige bien a cuales empresas quieres enviar tu currículum y personalízalo para que sea más atractivo para la empresa. De esta manera, no eres uno más, sino uno que puede realmente aportar a la empresa, de manera personal.
Infórmate íntegramente
Generalmente una de las preguntas siempre es “¿Qué conoces de la empresa?”. No es necesario que sepas algo, pero nunca está demás; es bien visto que conozcas algo de información del lugar donde quieres trabajar, y no solo nos referimos a qué ofrecen, sino a dónde quieren llegar, o qué estrategias han tenido en el pasado. Demuéstrales que conoces el negocio.
Trabaja en tu presencia
Tómate un tiempo y encuentra el atuendo perfecto para tu entrevista de trabajo. Ve vestido como si fueses a una reunión del trabajo, no tiene que ser muy elegante. Toma en cuenta la comunicación corporal.
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